ACCESO A MIEMBROS
SÍMBOLOGIA STL-OLN9
NONAGRAMA o NONATAN
El nonagrama o estrella de nueve puntas es un símbolo de progreso, estabilidad y cambios continuos. Se la ha relacionado con los nueve kanjis taoístas (centros psíquicos), con los nueve planetas y los nueve círculos del infierno. También llegó a asociarse con “la orden de los nueve ángulos”, algo que no tiene nada que ver con nosotros. El nonagrama es famoso porque nuestra fundadora Lithkasha lo descubrió gracias a la banda de metal “Slipknot” ya que este símbolo hace alusión a la unidad entre los miembros de su banda, pero en realidad esta estrella tiene mucho que ver con la geometría sagrada, con los mapas por los que podemos entender cómo funciona nuestra vida y cómo desarrollar nuestra evolución. La estrella de nueve puntas está compuesta por un nonágono regular, nueve triángulos equiláteros, nueve pentágonos irregulares, nueve triángulos isósceles, una circunferencia secante y otra tangente. Al estar invertido representa el poder de la naturaleza por encima del hombre, algo que ya pertenece al folclore satánico, pero para nosotros en realidad apunta hacia abajo, hacia el descenso que el ser humano debe hacer a través de los nueve círculos del infierno, que son las nueve puntas. En el centro se encuentra un ojo, es la visión del alma en el plano espiritual, algunos lo llaman el ojo del vacío o el ojo de Lucifer, algunos dicen que es el útero de Leviatán, pero realmente es el ojo de la noche y la oscuridad del abismo, son las puertas del conocimiento del lado nocturno abiertas de par en par. En el centro ese ojo tiene cuernos lo que indica su naturaleza demoniaca, está encima de un circulo negro que rodea el nonagrama que hace alusión a los misterios de la luna negra y en cada punta hay una luna menguante representando a las máscaras de lilith, las deidades o entidades femeninas del santuario y la corrientes lunares oscuras.
DRAGONES Y SERPIENTES
La serpiente dentro del mundo esotérico siempre ha sido la que guardaba la sabiduría oculta. Siempre ha estado relacionada con la Diosa de todas las cosas o la Diosa de la Creación, la que surgió desnuda del caos y separó el mar del firmamento, la que danzó solitaria sobre las olas creando todo lo que conocemos hoy. El arquetipo de la serpiente y el dragón también han estado ligados a los ciclos de la naturaleza, con el huevo cósmico y la vagina de la mujer que se relaciona con los cultos ctónicos y la fertilidad femenina. En el neolítico la serpiente era la representación de la misma Diosa haciendo alusión a las culturas matriarcales ancestrales. Su principio es la regeneración, su movimiento se relaciona con la ascensión de la kundalini para el despertar, también con el agua y el nacimiento al igual que las mujeres rompen aguas en un parto. En la Edad de Bronce se separa su significado original y aparece en los escritos antiguos como consorte o hijo de la Diosa. Pero es tan grande su poder y significado que el patriarcado le da unas características negativas y de ahí surge la lucha histórica de muchas tradiciones contra la serpiente que todo lo creó: Typhon/Apohis en Egipto o Tiamat, la Diosa Dragón de sumeria. En Mesopotamia el Dios Ningizzida era el señor del árbol de la vida, dios de toda la vegetación y las plantas medicinales. En la India estaba Nagakkals dos serpientes entrelazadas como símbolo de fertilidad haciendo alusión a la kundalini. En Sri-Lanka Naga Rassa, el demonio-serpiente era el encargado de ahuyentar a los malos espíritus, era un protector del inframundo. En África estaba Danh-sio, la serpiente cornuda que evocaba al arcoíris y era símbolo del ciclo de la vida. En creta las Diosas Serpientes eran las de la sabiduría y la fertilidad haciendo alusión a la Gran Diosa Madre, pero fue en pasajes bíblicos del génesis en la que su simbolismo es totalmente negativo y asociado con el mal, por ser quien tienta a Eva a comer del fruto prohibido y en el Talmud donde se asocia con Samael, el ángel caído y estas tradiciones patriarcales fueron las que negaron a la humanidad de la sabiduría ancestral de la que es portadora la serpiente. En el emblema de OLN hay dos serpientes marinas enfrentadas como símbolo de la luz y de la oscuridad, como símbolo de transformación y renacimiento, también hacen referencia a la serpiente roja y negra como principio femenino y masculino, haciendo de esta unión el equilibrio y sus alas muestran su naturaleza espiritual.
LILITH, LUCIFER Y LEVIATÁN
LA TRIADA INFERNAL
Lilith es la Madre Oscura de toda la humanidad, es la iniciadora en el sendero siniestro, la que guarda la sabiduría ancestral oculta. Es la Madre Oscura que nos guía en las sombras y la que a través de su útero podremos renacer de nuevo despertando el alma para romper con esas cadenas impuestas que nos impiden evolucionar. Con ella conocemos los misterios más ocultos que habitan en los planos astrales.
Lucifer es el portador de la llama negra, representa la sabiduría y el poder que hay en todos nosotros. Es el rebelde que nos incita a despertar para evolucionar, el que ayuda a equilibrar nuestra esencia, con el liberamos la mente de ataduras y creencias implantadas, dominamos nuestra oscuridad interior y nos hace comprender que sólo dentro de nosotros podemos cambiar nuestra realidad e iluminar nuestro potencial.
Leviatán - Tiamat: la dualidad. En su forma femenina es Tiamat, la primera de todos, Diosa Madre primordial de la vida, la creación y la evolución. Ella es el vientre cósmico, es el caos primigenio, la que crea y modela los destinos. Dio a luz a los primeros Dioses y a todas las almas de la humanidad. Pero como Diosa del caos y la destrucción, también es un monstruo que devora aquello que considera su enemigo. Guerrera sanguinaria y madre de las abominaciones, tiene el poder de despertar la kundalini. En su forma masculina es Leviatán, el terrible dragón negro de los océanos violentos y el caos. El que propicia los cambios para el despertar espiritual y fortalecer la llama negra que habita en todos nosotros.
La fusión de los tres crean un hipersigilo con el poder de la tríada infernal hacia el despertar de la consciencia y la llama negra interior. Las dos lunas representan la transición de las corrientes lunares en el santuario.